ESCULTURA GRIEGA
A partir del siglo VII a.C.., la temática se centra en la figura humana. También hace su aparición la gran escultura, campo idóneo para la plasmación del ideal antropomorfo del carácter heleno.
Tres periodos podemos distinguir en la evolución de la escultura griega:
a) Arcaico: hasta el 480 a.C. (batalla de Salamina).
b) Clásico: hasta el 313 a.C. (muerte de Alejandro).
c) Helenístico: hasta el 146 a.C. (dominación romana).
Aunque han llegado a nuestros días muestra originales, la gran mayoría de las obras las conocemos por las copias romanas.
En Grecia no se limitaban a reproducir modelos de la forma más natural y realista, sino que, en su búsqueda de prototipos ideales sobre la belleza, se realizarán cálculos numéricos y geométricos para alcanzar las proporciones perfectas.
Arcaico

Durante el siglo VII a.n.e., se avanza hacia cierto expresionismo con unas imágenes cultuales realizadas en madera con un ligero estrechamiento en la cintura. Su hieratismo lo pone en relación con Oriente. Los conocemos por modelos realizados ya en piedra como la Dama de Auxerre de finales del siglo VII a.n.e. o la Hera de Samos de la primera mitad del siglo VI a.n.e.
Los juegos atléticos familiarizó al griego con la desnudez masculina y el canon de belleza por lo que se dieron a la exaltación del cuerpo humano masculino.
Los Kuroi son imágenes de los atletas vencedores, de pie con los brazos estirados a lo largo del cuerpo y una de las piernas adelantadas de clara influencia egipcia. No adelantan movimiento alguno y denotan una gran inexpresividad aunque a finales del siglo VII y hasta el V a.C. sufrirán una importante evolución ganando en expresividad y movimiento. Kuros de Milo, Moscóforo (portador de reses).
Las Korai son las representantes femeninas. Casi todas las conocidas proceden de la Acrópolis de Atenas y son figuras sonrientes, siempre vestidas y con cabellos recogidos en la nuca. Ganan en naturalismo a la vez que se desarrolla el tratamiento de los cabellos y del vestido. Siempre aparecen con policromía. Koré de la acrópolis, Niké (victoria) alada de Delos.
Clásico

Los escultores de Kuroi y Korai se esfuerzan en representar las formas anatómicas de una forma realista, eliminando el hieratismo y la rigidez propias de la época arcaica. Tras este proceso evolutivo, las esculturas del primer tercio del este siglo representan la transición hacia el clasicismo. Es conocida como la etapa del Estilo Severo que durará hasta la época de Fidias. Se caracteriza por la idealización de la figura humana, la búsqueda del equilibrio sereno y la dignidad en cuanto a las representaciones de los dioses.
Artistas de este periodo son Pitágoras de Samos, Calamis, Kritios, Mirón y Policleto.
Helenístico

Las conquistas de Alejandro en el siglo IV a.n.e. abrieron el mundo a la cultura helena; ahora bien, a finales de la centuria se produjo un cambio brusco. El arte que había perseguido el equilibrio entre la realidad y la belleza, entra en una pausado declive.
La escultura tiende ahora hacia la orientalización y el sincretismo (Venus de Milo); se acentúan también los movimientos y temas fantásticos (Sátiro Barberini); también se introducen escenas de la vida cotidiana (Espinario, Niño de la Oca) o retratos mucho más realistas representando la vejez y la fealdad (Demóstenes, Diógenes, etc...).
Cuatro escuelas destacamos de éste periodo:
-Pérgamo: Epigonos: galos invasores (Galo moribundo y Galo suicidándose). Altar de Zeus.
-Rodas: Coloso realizado por Cares de Lindos. Victoria de Samotracia de Pitócritos Lacoonte y sus hijos obra de Agesandro, Atenodoro y Polidoro).
-Tralles: Toro Farnesio de Taurisco y Apolonio de Tralles.
-Alejandría: Estatuas de enanos, negros, escenas costumbristas, etc.